Imagina tener mil ideas en la cabeza, todas al mismo tiempo. Empezar una tarea con toda la intención del mundo y, cinco minutos después, estar buscando algo en el refri sin saber por qué.
Así es vivir con TDAH: una mente brillante y veloz que no siempre sigue el mismo ritmo que el mundo. Pero lejos de ser un obstáculo, puede convertirse en una gran fortaleza si se entiende y se acompaña adecuadamente.
Hoy te explicamos, sin tecnicismos, qué es el TDAH y por qué conocerlo puede cambiar la forma en que vemos a quienes lo viven.
¿Qué es el TDAH? Una mente inquieta, no equivocada. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición que afecta la manera en que algunas personas se concentran, se organizan y controlan sus impulsos. No es que sean flojas o mal portadas—su cerebro simplemente funciona de forma diferente.
¿Cómo se puede observar? Las personas con TDAH pueden:
- Se distraen fácilmente, incluso con cosas pequeñas.
- Tienen dificultad para terminar tareas.
- Olvidan cosas constantemente (como dónde dejaron las llaves o qué iban a decir).
- Se mueven mucho, incluso cuando deberían estar quietas.
- Hablan mucho o interrumpen sin querer.
¿A quién le pasa? Aunque suele notarse en la infancia, también puede seguir en la adolescencia o adultez. Y no todos lo viven igual: unos tienen más problemas con la atención, otros con el movimiento o la impulsividad, y algunos con ambas cosas.
¿Tiene solución? No se “cura”, pero se puede aprender a vivir muy bien con ello. Con apoyo adecuado—como estrategias de organización, acompañamiento psicológico, medicamentos en algunos casos, y mucha comprensión—las personas con TDAH pueden desarrollar su potencial sin problema.
Voces reales
La gimnasta Simone Biles, condecorada varias veces en los Juegos Olímpicos, escribió: “Tengo TDAH y medicarme para ello no es algo para estar avergonzada o para temer que la gente lo sepa.” Su ejemplo es prueba de que se puede sobresalir sin esconder esta condición.
El TDAH no define a una persona, pero comprenderlo puede marcar la diferencia. Escuchar sin juzgar, brindar apoyo en lugar de etiquetas, y reconocer los talentos más allá de los desafíos es el primer paso para construir un entorno más inclusivo.
¿Qué puedes hacer tú?
Habla del tema, comparte información confiable y romper mitos. Si tienes TDAH o conoces a alguien que lo vive, recuerda: no están solos. Hay recursos, apoyo y muchísimas historias de éxito que demuestran que una mente inquieta también puede ser brillante.
En Psiconversando te podemos apoyar con la Psicoeducación sobre el tema y logres empatizar con esta afectación. Te invitamos a no automedicarte ni autodiagnosticarte, visita a un especialista para que te brinde atención y seguimiento.