La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
Sigmund Freud.
Los primeros auxilios psicológicos son el primer punto de partida para salvar una vida. Son breves intervenciones que ayudan a personas que han sufrido algún acontecimiento traumático severo o estresante. El objetivo principal es reducir la tensión del malestar emocional, generar una estabilidad o adaptación para el bienestar psicológico.
Partimos de la necesidad de mantener el cuerpo y la mente en equilibrio evitando o afrontando con buenas herramientas el estrés. El estrés es una respuesta psicológica y biológica que se desencadena en un sujeto al enfrentarse a cualquier agente nocivo de cualquier naturaleza. En la parte psicológica es cuando este sujeto debe hacer frente a demandas conductuales que no le son fáciles de llevar a cabo.
Existe una teoría llamada Síndrome General de Adaptación del fisiólogo Hans Selye (1936) que describe en 3 fases como el cuerpo reacciona al estrés: alarma, resistencia y agotamiento.
- Fase de alarma: etapa inicial cuando el cuerpo reconoce el factor estresante y activa el mecanismo de defensa. Inicia la respuesta metabólica con la liberación del cortisol y la adrenalina preparando así al organismo para enfrentar la amenaza.
- Fase de resistencia: si el factor estresante persiste, el cuerpo intenta adaptarse y mantenerlo en equilibrio de manera interna. En esta fase se producen cambios fisiológicos que permiten al cuerpo lidiar con el estrés continuo.
- Frase de agotamiento: el estrés se prolonga entonces el cuerpo agota todos sus recursos y pierde la capacidad de adaptación lo que conlleva a problemas de salud física y mental. Aparece la patología psicosomática como fatiga extrema, trastornos del sueño y de la conducta alimentaria, aumenta el riesgo de enfermedades crónico degenerativas.
Reconocer las fases nos ayudará a gestionar mejor el estrés y prevenir sus efectos negativos. Identificar los factores estresantes para aprender a manejarlos son pasos cruciales para mantener un equilibrio físico y emocional. Tengamos en cuenta que necesitamos tener estrés, eustrés: estrés positivo, en nuestra vida como respuesta de afrontamiento, hormona dopamina. Si el estrés es distrés: estrés negativo, la hormona cortisol se liberará produciendo un desequilibrio físico y psicológico. Esta se activa por una amenaza interna o externa que implique un mayor esfuerzo del que el individuo es capaz.
Existen 4 categorías dentro del distrés que se ven afectadas y por las cuales, si no recibes atención de inmediato o apoyo pueden llegar a desequilibrar por completo tu ser.
- Síntomas cognitivos. Disminución del rendimiento, obsesiones y compulsiones, problemas de concentración, alteración en la memoria o pérdida de ella, se percibe solo lo negativo.
- Síntomas emocionales. Cambios de humor y agitación. Angustia, ansiedad, percepción de soledad o abandono, sentimientos de inutilidad, poca tolerancia a la frustración, se evita la integración social o familiar, no se expresa lo que se siente.
- Síntomas conductuales. Cambio de hábitos alimenticios o de sueño, conductas irresponsables como la ingesta de alcohol, cigarrillo o drogas.
- Síntomas físicos. Estreñimiento, nauseas, dolor en el pecho o en la cabeza, aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria. Consecuencias a nivel sexual disminución o pérdida de la libido.
Una vez que te hemos dado un poco de contexto sobre el estrés y síndrome general de adaptación podemos comentarte en qué circunstancias de estos dos sucesos, se brindan los primeros auxilios psicológicos.
- Intento de suicidio. El suicidio es un acto de provocarse intencionalmente la muerte. La palabra proviene del latín “suicidium”, que se compone de “sui” (sí mismo) y “caedere” (matar).
- En desastres naturales donde ha habido mucha destrucción y pérdidas humanas.
- Ante la muerte de un familiar directo en algún acontecimiento trágico.
Si alguien escucha, o extiende la mano, o susurra una palabra de aliento, o intenta comprender a una persona solitaria, comienzan a suceder cosas extraordinarias.
Loretta Girzartis
Intervención en primera instancia.
Atención que se brinda a personas en crisis, con carácter de urgencia y busca reducir los efectos dañinos de los sucesos ocurridos.
Intervención en segunda instancia.
Proceso terapéutico que asiste a la persona para la expresión de sentimientos, comprensión y dominio sobre la situación que provoca crisis.
Técnicas de aplicación de Primeros Auxilios Psicológicos.
Contacto psicológico. Introducirte de manera no intrusiva y explicar quién eres y qué puedes hacer por la persona afectada.Escuchar activamente, prestar atención a la persona afectada haciendo preguntas abiertas que permitan expresar su sentir y pensares. Validar y reconocer sus emociones es crucial. Solo ofrece apoyo no minimices sus sentimientos y sobre todo no le juzgues.
Examinar las dimensiones del problema. Proporciona alivio y protección, asegúrate que la persona se encuentre en un entorno seguro y cómodo. Ofrecer un lugar tranquilo para hablar o simplemente estar presente.
Búsqueda de pasos concretos. Ayuda a la persona a gestionar sus emociones, bríndale herramientas para calmarse y procesar lo que está sucediendo.
Ejecución de pasos concretos. Obtener información sobre la situación y las necesidades de la persona. Ofrecer ayuda concreta según las necesidades identificadas.
Seguimiento. Facilita la conexión con amigos, familiares o profesionales que puedan ofrecer apoyo adicional.
En Psiconversando te invitamos a formar parte de brigadas de atención de primeros auxilios psicológicos, no es indispensable ser un profesional de la salud para saber cómo actuar ante situaciones de riesgo. Cuídate, cuida de los tuyos.
Eres más grande que el mar en el que te estás hundiendo…
Katie Beth