En algún momento de las diferentes etapas de nuestra vida
todos hemos sentido celos. Los celos comienzan en el núcleo familiar cuando vamos creciendo y desarrollándonos con nuestro padre y nuestra madre.
Desde la disciplina de la psicología se distinguen los celos en el complejo de Edipo y de Electra, la manifestación de la rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y la atracción hacia el de sexo opuesto. En Edipo, en niños, se hacen visibles los celos había el padre por el amor de la madre y en Electra, las niñas, los celos se dirigen a la madre por la preferencia al padre. Pero no debemos culpar a estos complejos como la fuente de los celos primarios.
Los celos son una emoción compleja, no muy fácil de comprender, pero que en pocas palabras pueden describirse como el miedo a perder a una persona a la cual se quiere. El problema radica en la evolución de su función de adaptarse para proteger a la persona, a
formar normas de control o conductas violentas.
Los celos son reflejo de la inseguridad personal, el miedo a perder a alguien más que por amor. No son una emoción primaria, es decir, son una mezcla de varias emociones, miedo al abandono, comparación y deseos de protección.
Desde tiempos antiguos los celos han surgido como un mecanismo para proteger las relaciones y asegurar la fidelidad. En la vida actual están ligados a la baja autoestima, por
perdidas pasadas o desconfianza que al amor genuino.
Si te cela es porque te ama, en realidad esta supuesta prueba de amor esconde el miedo y la falta de confianza.
El amor sano no necesita control ni vigilancia alguna.
Los celos cuando son furiosos, producen más crímenes que el interés y la ambición.
Voltaire
Las relaciones, más común sucede en las de pareja, los celos alimentan la inseguridad personal, no sentirse suficiente o buen partido para la otra persona. También las experiencias previas proveen de vida a los celos y es normal que se presenten si se han vivido engaños o abandonos.
La dependencia emocional o la codependencia, se presenta cuando:
es que no puedo vivir sin ella. Sin el yo no me encuentro bien. Cualquier amenaza a este
“bienestar” otorgado a la otra persona se percibe como un peligro.
Inevitable no comentarte que los celos también implican una comparación constante con otras personas. Si tu amiga o tu pareja comentan viendo su celular que la persona que ve tiene los ojos verdes, el cabello café y se ve muy bien de inmediato inicia en tu mente el enojo, los celos por lo que la imagen le proporciona. Deseas ser igual a la imagen de la persona y se inicia la comparación, puede ser tan profunda que te puede envolver en iniciar procesos para modificar tu físico y parecerte más a la persona que le agrada.
Gestionar los celos es sencillo, aquí algunos consejos:
- Reconocerlos sin juzgarse: aceptar que son una emoción humana, pero no dejar que dominen ninguna relación.
- Trabajar la autoestima: fortalecer la confianza en uno mismo reduce la necesidad de controlar al otro.
- Comunicación abierta: hablar con la pareja sobre miedos y necesidades ayuda a transformar los celos en comprensión.
- Autoconocimiento: entender de dónde vienen los celos (amor, inseguridad, experiencias pasadas) es el primer paso para manejarlos.
Recuerda, los celos nacen más de la inseguridad que del amor…
Estoy llorando en mi habitación.
Todo se nubla a mí alrededor.
Ella se fue con un niño pijo,
tiene, un ford fiesta blanco y un jersey amarillo.
Hombres G.